El reencuentro

02.10.2021

Relato corto seleccionado en el I Certamen literario de Colmenar Viejo

Las cuatro estaban sentadas alrededor de la mesa. Hacía más de quince primaveras que se conocían, o quizás no. "¿Realmente se conocían?", pensó Abigail mientras se toqueteaba el pelo.

Habían retirado los platos con las sobras, las servilletas pringadas de la grasa del costillar que habían devorado y las dos botellas de vino, completamente vacías. Todo había sido abandonado sobre la encimera de la cocina. En la mesa quedaron las copas de la cena y unos vasos de chupito acompañando al peor licor que habían encontrado en la gasolinera. Un brebaje que contaba una historia; la de una misión abortada hacía tan solo unos pocos minutos. Cuando se creyeron, súbitamente, demasiado adultas para el tradicional yo nunca de los encuentros anuales; esos que venían celebrando desde que abandonaron el instituto. La alternativa espontánea fue, sin duda, una opción mucho más madura, contemplada a través de los ojos de una profunda ironía.

  • Cada una apunta en su papel y en mayúsculas, tres cosas.

Melania propuso el juego y explicó las reglas con visible emoción achispada. Levantó una mano y alzó tres de sus dedos ant es de continuar.

  • Un secreto - bajó un dedo -, una confesión - otro - y algo desconocido para el resto - cerró el puño y se lanzó a repartir los trozos de papel y el surtido de lápices y bolígrafos que siempre había en el cajón de la telefonera.

"Sencillo y divertido, pero ¿inofensivo?", se preguntó Samira mientras imprimía sobre el papel sus tres líneas. Cara, la cuarta en discordia, se encargó de retirar los papeles arrugados del cuenco que hizo las veces de urna. Sus movimientos, respondían a una actitud desenfadada que contrastaba con las miradas desaprobatorias, iracundas y recelosas que cargaron la atmósfera antes de que abriese la boca. Entonces, leyó el primero de ellos: "Me he tirado a Miguel", "Yo creé la cuenta falsa de Twitter", "He envenenado el vino, zorras".